
domingo, septiembre 02, 2007

lunes, diciembre 11, 2006
walter nikkels


No había visto esta foto suya, la encontré casualmente en internet y me asombré de lo harto que se le parece el dibujo, hecho hace varios años eso sí. Tomé esa vez un curso con Nikkels en la Kunstakademie en Düsseldorf, cuando ví un hermoso, limpio y asimétrico afiche doble oficio, en la puerta del edificio. Fondo blanco, letras negras y azules. Mucho aire. Nada despampanante, muy modesto, creo que justamente por eso me llamó la atención. Las clases era los jueves en la mañana. Hacía mucha historia, escucharlo era un viaje, luego nos mostraba trabajos de él o comentábamos cosas de los alumnos. Una vez le llevé una memoria de título de diseño de la Católica de Valparaíso, la miró entera y me dijo: ich kann nichts dazu sagen (no puedo decir nada al respecto). No sé si fue bueno o malo. O le pareció muy rara... A fin de año nos fuimos de paseo a Holanda, entre otras cosas, al museo del libro...¿puede haber algo más delicioso para un tipógrafo, que el museo del libro? Nikkels caminaba con dos cuadras de ventaja rodeado de un par de estudiantes elegidos mientras el resto, horda salvaje y despistada, tratábamos de mirar y ver con un ojo alguna exposición mientras que el otro no se lo quitábamos de encima, no fuera a ser que nos dejara abandonados en algún puente levadizo o un mercado de pulgas. Entre café y café nos esperaba impaciente, sentado bajo el sol y barullo holandés, mirando en una esquina a Jenny Holzer y su "protect me from what I want". Como examen diseñé en mi cuaderno, para la sala del tercer piso, una instalación en papeles colgantes con tipografías a contraluz...que nunca llegué a realizar. Menos mal, quizás que el tremendo esfuerzo hubiese quedado en un simple: "ich kann nichts dazu sagen!"
jueves, noviembre 02, 2006
Lipe Macanas

Este dibujo es parte de un cuento sobre tres niñas miedosas que lentamente pierden su miedo al conectarse con su entorno. La primera de ellas se conecta escuchando, algo tan raro en estos tiempos de turbulencia medial. Ella, de tanto llorar, de pronto se torna sensible a los sonidos que la rodean y descubre el camino que las saca, a todas, de su atolladero. El sufrimiento y el llanto aparecen como requisito a la liberación. La niña encasillada y programada abre su oído a la improvisación, descubre que tenía la llave y abre la jaula. Lo que sucede después es cuento.
"De vez en cuando
biene bien
salir a estirar las alitas,
más que sea
pa no olvidarnos
que la llave de la pajarera
la tenemos
nosotros mismos"
(Lipe Macanas)
sábado, agosto 12, 2006
francois fedier

domingo, junio 25, 2006
aguadas de verano


El islote Haverbeck no abrió este verano, es decir, abrió un par de semanas pero el nuevo concesionario se pensó que estaba administrando Miami Beach y subió la entrada a las nubes. Mal negocio. EL islote sigue siendo lo que es: un peladero de juncos y pastizales, de viento y pájaros, apartado del mundanal ruido por el río Cruces, un lugar más bien para meditar que para veranear. Bueno, también tiene su sector semi-taquilla, piscina (mini), juegos (viejos y rotos), cafetería (cruzan rápidamente el brazo del río para ir a comprar pan cuando uno pide un sandwich) y cabañas (dos, enormes y caras). Pero nunca hay más de 10 personas. Es grande y chico, tiene varios lugares, bosquecillos de sauces, playas, gallineros, ruinas del terremoto, barcos, muelle, puedes estar solo o con gente, se ve la ciudad, a veces se escucha, pero se esta fuera, lejos. Tan lejos tan cerca. Este verano, la verdad, me faltó el islote.
domingo, mayo 21, 2006
La mona Elisa

miércoles, abril 26, 2006
